FranklinCovey es la mejor empresa de Liderazgo y Cambio de Comportamiento del mundo. Nuestra misión es simple: 

Hacemos posible la grandeza en personas y organizaciones en todo el mundo

Al trabajar con miles de clientes con frecuencia nos encontramos la misma pregunta ¿cómo cambiar un comportamiento y hacer que perdure? La respuesta es: comencemos por revisar nuestros paradigmas actuales.

Un paradigma es la forma en que vemos el mundo. En otras palabras, la lente a través de la cual percibimos lo que nos rodea y cómo procesamos nuestro entorno segundo a segundo. Es nuestro mapa mental para interpretar todos los eventos que ocurren en nuestras vidas.

Los paradigmas son necesarios para llevar vidas productivas y verdaderamente efectivas, sin embargo, no siempre son funcionales, incluso pueden trabajar en nuestra contra y frenar la consecución de nuestros sueños más salvajes, saboteando cada intento de mejorar. 

Evaluar continuamente nuestros paradigmas y decidir si son fuerzas positivas o negativas en nuestras vida, depende de cada uno de nosotros. 

Es importante saber que como seres humanos, tenemos la capacidad de reescribir y cambiar el rumbo hacia la felicidad y el cumplimiento personal y profesional.

En FranklinCovey utilizamos un diagrama para entender y facilitar el proceso de alterar nuestros paradigmas y cambiar hábitos en nuestras vidas: el Ciclo de Ver, Hacer, Lograr.

Cómo VEMOS el mundo, o nuestros PARADIGMAS (creencias), determina lo que HACEMOS, o nuestros COMPORTAMIENTOS, y a su vez, nuestros comportamientos determinan lo que LOGRAMOS o nuestros RESULTADOS.

Este ciclo se mueve en sentido horario, un concepto alimenta al siguiente en un proceso cíclico que refuerza el VER o nuestro PARADIGMA. Esto puede resultar ser improductivo y perjudicial, o lo contrario, muy beneficioso que nos impulsa hacia nuevas alturas de productividad en todas las áreas de nuestra vida. 

Nuestros paradigmas se ven afectados por diferentes aspectos de nuestras vidas. Lo que vemos en la televisión, lo que leemos, nuestra educación, religión, prejuicios y sesgos. En primer lugar por algo que muchos damos por sentado: nuestro lenguaje. 

El diálogo interno, y el lenguaje externo que usamos de manera regular tienen un efecto profundo en nuestros sistemas de creencias y en cómo vivimos nuestras vidas. 

Eso nos lleva de vuelta al título de este artículo, cómo hacer que tus planes de Año Nuevo perduren. La razón por la que la mayoría de nuestros propósitos no perduran, es porque decidimos cambiar el HACER, sin atender antes el “VER”..

El Dr. Stephen R. Covey afirmó con gran elocuencia: «Si quieres hacer cambios menores en tu vida, trabaja en tu comportamiento. Pero si quieres hacer avances significativos y cuánticos, trabaja en tus paradigmas».

Por ejemplo: supongamos que tu propósito de Año Nuevo es ir al gimnasio, hacer ejercicio y ponerte en forma. También supongamos que incluso has practicado algunas técnicas efectivas de establecimiento de objetivos como Las Cinco Elecciones para una Productividad Extraordinaria o las Cuatro Disciplinas de la Ejecución de FranklinCovey, y que ir al gimnasio y participar en un programa de ejercicio iba a ser una parte productiva de tus objetivos generales de salud.

Encuentras un gimnasio, hablas con un vendedor y te inscribes en una membresía completa. Estás emocionado y listo para comenzar esta nueva y saludable fase de tu vida, y decides que el sábado por la mañana será el día mágico que marcará el tono para el resto de tu vida. Comienzas fuerte y, después de unos días, semanas o incluso meses, vuelves a la antigua rutina.

Para hacer cambios conductuales duraderos y realmente lograr que tus planes perduren, antes debes:

Cada uno de estos conceptos es digno de una reflexión en sí misma, y de hecho las tenemos prontas para compartir.

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