¿Quieres que tus colaboradores directos sean jugadores de equipo positivos? Lo primero que debes tomar en cuenta es cómo te comunicas con cada uno de los integrantes de tu equipo. Muchas veces, incluso una ligera diferencia en el discurso, puede enviar el mensaje clave: estamos todos juntos en esto.

1 En lugar de decir yo, di nosotros

Atrás quedaron tus días como colaborador individual. Ya no debes intentar obtener resultados por tu propia cuenta. Ahora los resultados se deben reflejar con, y a través de, otras personas. Tu forma de comunicarte debe reflejar eso.

2 En lugar de decir necesitas arreglar esto di vamos a descubrir cómo solucionar esto

Modela el comportamiento que deseas ver en el grupo. Si realmente quieres que sean jugadores de equipo, tú también debes ser uno. Esto significa que no pones el peso de un problema sobre los hombros de tus colaboradores, sino que lo compartes con ellos.

3 En lugar de decir ¿Qué vas a hacer? di ¿Qué crees que deberíamos hacer?

Preguntar a tus colaboradores lo que piensan es una manera fácil de aprovechar su potencial y comprometerlos al mismo tiempo. En lugar de hacerlos responsables de algo, esta forma de hablar les permite asumir la responsabilidad, lo que es muy diferente.

4 En lugar de decir ¿Quién es responsable de esto? di ¿Cuál es la mejor manera de resolver esto?

Hay un momento y un lugar para determinar las responsabilidades y dar retroalimentación sobre un problema, pero hasta que este se resuelva, encontrar a quien culpar no es una prioridad. Los líderes se centran en el panorama general más allá del inmediato. Al pedir formas de resolver algo, en lugar de buscar culpar a alguien, envías el mensaje de que eres más proactivo que reactivo.

5 En lugar de decir Lo estás haciendo mal, di ¿Has probado este enfoque?

Como líder, es tu responsabilidad desarrollar a quienes trabajan bajo tu mando, reconocer su potencial y ayudarlos a maximizarlo. Decirle a alguien que está haciendo algo mal no es constructivo. Es una forma rápida de apagar su potencial, de hacer que se reserven lo mejor de sí y de que sientan temor de contribuir. Cuando les preguntas si han considerado otro enfoque, activas sutilmente su talento y lo expones a nuevas formas de pensar.

6 En lugar de decir Yo no haría eso, di Ayúdame a entender tu pensamiento.

Los líderes verdaderamente efectivos saben que su forma de hacer algo no es la única.Reconocen la multiplicidad de caminos que conducen al mismo resultado. Al pedirle a un miembro de tu equipo que te ayude a comprender su pensamiento, puedes obtener información valiosa sobre su proceso de pensamiento, al tiempo que le muestras que es seguro pensar de manera diferente.

7 En lugar de decir Eso no es lo suficientemente bueno, di Necesitamos hacerlo mejor

La diferencia ya debería estar clara. En lugar de poner la carga en tu colaborador, la compartes con ellos. Aunque sean responsables de una gran parte del resultado final, como líder, tú eres es el responsable final, así que actúa como tal.

8 En lugar de preguntar ¿Necesitas ayuda? di ¿Cómo puedo ayudar?

No es fácil pedir ayuda o admitir que la necesitas. Al preguntar cómo puedes ayudar, difundes las emociones relacionadas con la noción de necesitar ayuda. Al hacerlo, puedes descubrir oportunidades para ser, no sólo el líder que deseas ser, sino ser el líder que tu equipo merece.

9 En lugar de decir No creo que debas…, pregunta ¿Por qué no intentamos…?

La primera es un callejón sin salida y la otra es una puerta abierta a una gran cantidad de nuevas posibilidades. En lugar de simplemente prohibir hacer algo a alguien, invítalo a colaborar. Aumentarás el compromiso y, en última instancia, aumentarás los resultados.

10 En lugar de decir Ya era hora, di ¡Bien hecho! Gracias

Recompensa el comportamiento que deseas ver y verás más. A las personas les gusta sentir que están ganando y cuando reciben elogios de su líder, es como si ganaran tantos en el marcador.