Demasiados líderes establecen metas ambiguas o poco precisas, por ejemplo: «mejorar la retención de clientes», lo que deja a sus equipos sin saber exactamente cuál es la tarea por hacer o qué tan bien lo están haciendo.

Esta fórmula simple, extraída de «Las 4 Disciplinas de la Ejecución» de FranklinCovey, proporciona un mecanismo poderoso para identificar «dónde te encuentras hoy, hacia dónde quieres ir y la fecha límite para alcanzar esa meta». 

Si bien no todas las metas encajan naturalmente en esta fórmula, utilizarla puede ayudarte, a ti y a tu equipo, a hablar sobre objetivos de una manera específica, medible, fácil de entender y comunicar.

Aquí tienes la fórmula: 

1. Elige una de las metas de tu equipo para refinar

Puedes decidir refinar una meta porque es una alta prioridad para tu equipo o porque consideras que esta carece de un resultado claramente definido. También puedes preguntar a tu equipo en cuál objetivo desean tener mayor claridad. Otra opción es utilizar esta fórmula desde el principio al seleccionar y dar forma a una meta con tu equipo.

2. Reformula la meta como «de X a Y para cuándo»

Si descubres que la meta que elegiste no encaja en esta estructura (quizás porque es una meta para explorar algo desconocido), al menos considera agregar cualquier detalle relevante y un «para cuándo» para que la meta esté limitada en el tiempo. 

Por ejemplo: 

• Meta ambigua: Mejorar la retención de clientes.
• Meta refinada: Pasar del 65% de retención de clientes al 75% para finales de este trimestre.

• Meta ambigua: Probar enfoques de venta en el nuevo mercado y aprender cuál es el que más atrae a los clientes potenciales.
• Meta refinada: Probar tres enfoques de venta en el nuevo mercado para aprender cuál es el que más atrae a los clientes potenciales para finales de este año.

3. Busca la opinión de tu equipo sobre la meta «de X a Y para cuándo»

Dependiendo de tu situación, puedes presentar la meta «de X a Y para cuándo» a tu equipo para obtener comentarios o redactar la versión inicial juntos. En cualquier caso, la opinión de tu equipo es importante para lograr su compromiso y asegurarte de establecer una meta buena, desafiante pero alcanzable. Durante la discusión sobre la meta, podrías preguntar:

• «Considerando dónde estamos ahora y cuánto tiempo tenemos: ¿Qué tan realista es ese resultado?
• «¿Cómo podríamos hacer esta meta aún más clara? ¿Podríamos simplificarla o utilizar un lenguaje más específico?»
• «¿Podría haber alguna mala interpretación o malentendido sobre lo que realmente estamos tratando de hacer?»
• «¿Cómo, si es que cambia algo, afectaría refinar la redacción de esta meta a tu enfoque?»

4. Utiliza el lenguaje de la versión final al hablar sobre la meta

Sin duda, tú y tu equipo deberán hacer más trabajo para determinar su enfoque completo hacia la meta: ¿Cómo pasarán del 65% al 75%? ¿Cómo determinarán qué enfoques de venta probar? Pero la fórmula «de X a Y para cuándo» puede servir como un mecanismo abreviado y convincente de la meta, fácilmente compartible y repetible en toda la empresa, y fácil de escribir en un pizarrón o panel de control del equipo para verificar el progreso.