Uno de los mayores desafíos que enfrentamos al intentar que nuestros propósitos perduren es no estar abiertos al cambio o no ser conscientes que necesitamos un cambio en nuestra vida.
Sientes que tu forma de hacer las cosas es la única manera y no necesitas ni quieres escuchar las ideas de nadie más sobre cambiar o mejorar tu vida, o simplemente no te das cuenta del valor de una mejora.
En el caso que vimos sobre ir al gimnasio, tu mentalidad actual podría ser algo así como «Oye, puedo con esto. No necesito que nadie me diga qué hacer. Después de todo, jugué a fútbol en la secundaria». En su momento, eso fue maravilloso, sin embargo, ahora puede ser el momento de analizar detenidamente tus paradigmas actuales y preguntarte si REALMENTE te están sirviendo de manera positiva y productiva.
También puede ser que simplemente creas que tu vida es perfecta tal como es, y eso bien podría ser cierto. Igualmente es una excelente oportunidad para examinar tus resultados actuales y preguntarte si están exactamente donde quieres que estén.
Comprométete a estar abierto al cambio
Comienza por echar un vistazo al ciclo VER, HACER, LOGRAR. En concreto, analiza la etapa Lograr (Resultados).
Pregúntate a ti mismo: «En esta área específica de mi vida, ¿estoy obteniendo los resultados que realmente deseo?» Si la respuesta es no, regresa a tus Paradigmas y pregúntate acerca de tus creencias con respecto a los cambios que estás buscando.
Revisa tu lenguaje, tu diálogo interno y cualquier otro pensamiento o sentimiento que puedas tener sobre la dirección en la que deseas avanzar. A partir de ahí, haz algunos compromisos contigo mismo para ser más intencional y autoconsciente, y prométete practicar estas acciones.
- Empieza por pequeños cambios. No intentes cambiar todo de una vez. Empieza con pequeños cambios que puedas manejar. A medida que te acostumbres al cambio, podrás hacer cambios más grandes.
- Sé flexible. Prepárate para cambiar tu plan de acción si es necesario. No te aferres a un plan que no está funcionando. El estar abierto al cambio nos permite adaptarnos a los desafíos. Cuando nos encontramos con un desafío en nuestro camino, podemos ser flexibles y cambiar nuestro plan de acción. Esto nos ayuda a superar el desafío y seguir avanzando hacia nuestro objetivo.
- Aprende de tus errores. Los errores son parte del proceso de aprendizaje. No te avergüences, aprende de ellos y sigue adelante. El cambio nos obliga a salir de nuestra zona de confort y explorar nuevas ideas; aprender y crecer.
- Aumenta tu resiliencia. El cambio nos enseña a lidiar con la incertidumbre y el fracaso. Nos hace más resilientes y nos ayuda a seguir adelante incluso cuando las cosas no salen como lo planeado.
Para hacer cambios conductuales duraderos y realmente lograr que tus planes perduren, también debes:
- Ser intencional y consciente de tu diálogo interno
- Aprender todo lo que puedas sobre tu objetivo
- Enfocarte en tu círculo de influencia
- Superar los contratiempos
Este es el segundo artículo de la serie sobre cumplir nuestros propósitos. Si aún no leíste el primero o deseas repasarlo, puedes encontrarlo aquí: Haz que tus planes de año nuevo perduren.
