Con demasiada frecuencia, los jefes creen que saben cuáles son los objetivos y que los empleados también los conocen. Los jefes viven con la impresión de que sus objetivos se han comunicado claramente. Sin embargo, esto rara vez es cierto.
FranklinCovey ha investigado a más de 500,000 personas y más de 5,000 equipos sobre el tema de la claridad de los objetivos. Esta investigación ha incluido organizaciones de una amplia gama de industrias, incluyendo organizaciones con fines de lucro, sin fines de lucro, gubernamentales y militares, e instituciones educativas en todo el mundo. En promedio, solo el 19 por ciento de las personas en cualquier organización o equipo puede decirle las principales prioridades de la organización.
Obtener claridad sobre los objetivos principales es un componente fundamental de una organización de alto rendimiento. Sus objetivos no son su descripción de trabajo; todo lo que hace en su trabajo no es una meta crucialmente importante (MCI).
Sabrá cuándo ha proporcionado una claridad de objetivos efectiva cuando:
- Ha identificado algunas MCI críticas: objetivos que, si no se logran, harán irrelevantes el resto de sus esfuerzos.
- Estas MCI son específicas y medibles.
- Está seguro de que las MCI del individuo están alineadas con los objetivos y propósitos de la organización.
- El líder y el ejecutante individual están de acuerdo en las MCI y están dispuestos a evaluar el rendimiento en función de objetivos específicos, hitos y referencias a lo largo del camino.
- El ejecutante individual se siente totalmente respaldado, con todos los recursos necesarios para lograr sus MCI.
Podrías pensar que estos pasos son obvios y no valen la pena mencionarlos, pero la experiencia nos ha enseñado lo contrario. La claridad de objetivos es vital. Nunca debemos asumir que todo el mundo conoce y comprende el objetivo.
