Desarrollar y retener el talento es un desafío al que todas las organizaciones se enfrentan, con diferentes grados de éxito. Puede ser difícil enfocar tus esfuerzos cuando tu atención se divide en tantas direcciones.

Puedes probar  un método que hemos perfeccionado a lo largo de los años y que ayuda en el desarrollo y la retención del talento.  Primero debes clasificar a tus colaboradores en tres categorías diferentes:

  1. Superestrellas
  2. Aspirantes
  3. Posiblemente en otro bus (POB)

Las superestrellas

Son las personas que cualquier empresa mataría por tener, y estás muy agradecido por tenerlas contigo. Superan los desafíos con facilidad y siempre están dispuestas a dar lo mejor de sí. Las personas disfrutan trabajando con ellas y ayudan a la organización a alcanzar sus objetivos y su misión.

Los aspirantes a superestrellas

En este grupo hay mucho potencial, por eso es crítico invertir en ellos. Solo necesitan un poco más de dirección para desarrollar sus habilidades de superestrella, pero el talento básico está ahí. Nunca descartes a un aspirante, son diamantes en bruto. Los aspirantes pueden mostrar iniciativa, entusiasmo y ganas, pero les falta el pulido que hace brillar a las superestrellas de manera espectacular.

Los POB

Personas que posiblemente deberían estar en otro bus. O bien hacen lo mínimo y cumplen como máximo, o no ven que tienen el conjunto de habilidades completamente equivocado para el trabajo. No se esfuerzan al máximo, ni parecen preocuparse por destacar. Tiendo a no perder mucho tiempo con ellos. Son buenas personas, no quiero que les pase nada malo, pero prefiero enfocarme en los aspirantes y las superestrellas porque el retorno de inversión de esas personas supera con creces cualquier cosa que pueda obtener de un POB.

Una vez que has organizado mentalmente el talento en grupos, trabaja con ellos a nivel individual.

A las superestrellas pregúntales:

  1. ¿Qué está funcionando para ti? Porque quiero asegurarme de hacer más de eso si es posible.
  2. ¿Qué no está funcionando para ti? Hay quien piensa que no deberías preguntar eso. ¿Y si es algo que no puedes cumplir o hacer realidad para ellos? Pero en general se muestran contentos de que les preguntes y lo reconozcas. Además, en muchos casos, puedes encontrar soluciones que funcionen para ellos. De lo contrario, podrías tener a una superestrella que se vaya a trabajar para alguien más.
  3. ¿Qué te gustaría hacer a continuación? Porque las superestrellas siempre quieren un desafío, quieren crecer y desarrollarse. En lugar de determinar arbitrariamente su desarrollo, pregúntales en qué dirección les interesa más y trabaja para integrarlo con los objetivos de la organización o su misión.

Preguntas para los aspirantes:

  1. ¿Qué está funcionando para ti?
  2. ¿Qué no está funcionando para ti?
  3. “Esto es lo que me gustaría que hagas a continuación…” En lugar de preguntarles a los aspirantes qué les gustaría hacer a continuación, detállaselo. Así es como desarrollas el potencial de las superestrellas. Les das un desafío que aproveche las habilidades que están demostrando, para que tengan todas las oportunidades de alcanzar el estatus de superestrella.

Por último, a los POB puedes decirles:

  1. Esto es lo que no está funcionando.
  2. Esto es lo que necesitas hacer para mejorarlo. Y esto suele ser el comienzo de un plan de rendimiento.

Es importante tener en cuenta que estas categorías no son permanentes. Al igual que un aspirante puede convertirse en una superestrella, una superestrella puede retroceder y convertirse en un aspirante. Es poco probable, pero puede suceder. Recuerda mantener un ojo objetivo al evaluar el rendimiento de tu equipo. 

Además, solo porque alguien esté categorizado como un POB no significa que no sean capaces de recibir orientación y mejorar.

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