El círculo externo, o el Círculo de Preocupación, representa todas las cosas en nuestra vida, tanto personal como profesional, que nos afectan, pero sobre las que no tenemos control. Algunos ejemplos de este círculo: el clima, el tráfico, decisiones o estados de ánimo de otras personas.

Por otra parte, el Círculo de Influencia representa todas las cosas en nuestra vida personal o profesional, sobre las que sí tenemos un control absoluto. Nuestra actitud, lenguaje corporal, acciones, lo que decimos y cómo lo decimos. Nuestro comportamiento está dentro de nuestro círculo de influencia. 

Algunas de estas cosas pueden ser inconscientes, pero cuando dejan de serlo, podemos controlar y tomar mejores decisiones. 

Las personas reactivas a menudo culpan a otros por su comportamiento, o usan su personalidad como excusa, en cambio las personas proactivas, aceptan la responsabilidad de su comportamiento y hacen todo lo posible por vivir en su círculo de influencia cada día.

Tomar acción en tu círculo de influencia

La solución a este desafío es comprometerse a tomar pequeñas acciones consistentes en tu círculo de influencia. Tony Robbins dijo: «Donde va el enfoque, fluye la energía». Por eso, lo mejor es que tu enfoque esté en aquellas cosas que puedes controlar, incluso si son solo pequeñas acciones. Por ejemplo: tu primer mes en el gimnasio podría ser de 20 minutos, tres veces por semana, aumentando lentamente tu tiempo y resistencia cada mes.

Para realizar cambios conductuales duraderos y hacer que tus resoluciones perduren de verdad, también debes:

• Superar los contratiempos

Este es el quinto artículo de la serie sobre cumplir nuestras resoluciones, aquí puedes encontrar los artículos anteriores: Haz que tus resoluciones perduren, Estar abierto al cambio, Ser intencional y consciente de tu diálogo interno y Aprender todo lo que puedas sobre tu objetivo.