¿Por qué hacerlo?
Todos hemos estado en esa situación: acabas de empezar una tarea cuando aparece un correo electrónico en tu bandeja de entrada. Una vez que terminas de responder, un compañero de trabajo pasa por tu escritorio para hacerte una pregunta. Te desvías hacia tu feed de Twitter antes de volver al trabajo. Luego, antes de que te des cuenta, la mitad del día ha pasado y aún estás trabajando en lo que querías haber terminado hace una hora.
Usar un temporizador para periodos de trabajo predefinidos puede entrenarte para concentrarte en la tarea en curso, trabajar de manera más eficiente y bloquear las distracciones. Un método popular es la Técnica Pomodoro, pero no necesitas comprometerte completamente con ella para ver los beneficios de usar un temporizador para desarrollar hábitos de trabajo productivos.
Cómo hacerlo:
1. Haz y prioriza una lista de tareas, y elige un temporizador
Si aún no tienes una lista de tareas priorizada, comienza haciendo una. Luego elige tu temporizador, ya sea de tu reloj, teléfono o a través de Google u otra fuente en línea.
2. Bloquea tu tiempo disponible
Tal vez solo tengas 45 minutos entre reuniones o un día entero libre de obligaciones. En cualquier caso, estructura el tiempo en periodos que tengan sentido para tu flujo de trabajo. (Si no estás seguro por dónde empezar, el método Pomodoro sugiere configurar tu temporizador para periodos de 25 minutos, intercalados con descansos de cinco minutos. Después de cuatro periodos de trabajo, toma un descanso más largo de 30 minutos).
3. Concéntrate exclusivamente en la(s) tarea(s) en curso
Cierra tu correo electrónico, da la vuelta a tu teléfono y comienza el temporizador. Una vez que el tiempo esté corriendo, ¡nada de multitareas! Si recuerdas que necesitas hacer algo durante ese periodo, anótalo y vuelve al trabajo. Esos pensamientos y eventos que parecen urgentes casi siempre pueden esperar.
4. Sigue el temporizador, no la tarea
Tu objetivo no es vencer al reloj, sino usar el reloj para ayudarte a mantener la concentración. Si terminas una tarea antes de que suene el temporizador, pasa a la siguiente. Si no completas una tarea en el tiempo asignado, no te preocupes por ello.
5. Cuando suene el temporizador, toma un breve descanso
Resiste la tentación de seguir trabajando, incluso si sientes que puedes hacerlo. El descanso está diseñado para mantenerte fresco durante todo el día y evitar el agotamiento a largo plazo. Puedes dar un paseo, hacer algunos estiramientos, preparar una taza de té o acariciar al perro de la oficina. Después de este rápido reinicio mental, puedes comenzar el ciclo nuevamente.
