Compromiso. Es el tema de muchas conferencias, transmisiones web y podcasts en los tiempos que corren. Es un tema candente en cada reunión del equipo de liderazgo. Cada vez es más el foco de las encuestas sobre cultura y las herramientas de gestión de desempeño.Todos quieren lograrlo y pocos lo están consiguiendo.
Sabemos que no existe una sola fórmula para aumentar el compromiso de los colaboradores.
Una estrategia es a través de la cultura y el trabajo de los líderes de tu organización. Los líderes son el eje de la cultura de cada organización, para bien o para mal. Pero hay una gran confusión sobre el papel que juegan los líderes directamente en el compromiso. Los líderes no crean el compromiso. Sin embargo, ellos sí crean las condiciones para que otros elijan sus propios niveles de compromiso.
Aquí hay siete preguntas para hacerte a tí mismo y a los líderes de tu organización. Ellas te ayudarán a la creación de las condiciones adecuadas para que las personas elijan quedarse y que estén altamente comprometidas.
- Como líder formal, ¿eres alcanzable? ¿Pueden aquellos que dependen de ti, tener una conversación real, cruda y ser abiertos contigo sobre cualquier tema que les preocupe?
- ¿Pueden confiar en que mantendrás la confidencialidad sobre esa conversación?
- ¿Dedicas de manera proactiva parte de tu tiempo para reunirte con los miembros de tu equipo por temas que ellos eligen, no sólo los de tu agenda?
- ¿Ves sus contribuciones con una mentalidad de abundancia?
- ¿Estás abierto a mostrar sus talentos en otras divisiones de la organización o estás enfocado en retener sus talentos para tu propio beneficio?
- ¿Les das la tranquilidad de que te puedan decir su verdad sobre cómo es trabajar contigo y para tí?
- ¿Has creado objetivos claros y que se puedan alcanzar? Y cuando tu equipo gana, ¿lo celebras?
Liderar es difícil. Es muy, muy difícil y no es para todos. Pero si tienes esa responsabilidad, debes trabajar en estas siete áreas de manera consistente.
Sin reconocer la necesidad de este cambio, y sin modificar proactivamente la forma en que ves tu rol y contribución, corres el riesgo de enfrentar dificultades constantemente en tu posición de líder.
Hay enormes implicaciones para este cambio de paradigma a nivel de la organización. Imagina la diferencia entre un centenar de líderes de primer nivel que tienen la mentalidad de ofrecer excelentes resultados por sí mismos, frente a un centenar de líderes de primer nivel que entienden que su contribución más importante a la organización es lograr el compromiso de las personas que les reportan.
Para comenzar a hacer que este cambio de paradigma tú mismo, dedica unos minutos a responder algunas de las siguientes preguntas:
- ¿Qué trabajo sigues haciendo tú, en lugar de delegarlo a otros?• ¿Por qué los sigues haciendo tú?
- ¿Quién en tu equipo tiene las habilidades y la voluntad para asumir algunas de estas tareas?
- ¿Cómo podrías priorizar de manera más efectiva las responsabilidades de liderazgo que tienes (como entrenar a otros)?
Si bien cambiar tu mentalidad y tus prioridades puede ser difícil, recuerda que la contribución más alta y mejor que puedes hacer ya no es la capacidad de entregar un trabajo brillante tu mismo. Tu papel como líder es ver el potencial en tu equipo y equiparlos con las habilidades y el apoyo que necesitan para entregar un trabajo impactante. Como dijo Stephen R. Covey, “Imagina el costo personal y para la organización de no lograr el compromiso, la pasión, el talento y la inteligencia de la fuerza laboral. Es mucho mayor que todos los impuestos, tasas de interés y costos laborales juntos”.
Al ser un líder verdaderamente efectivo, aumentas exponencialmente el impacto y los resultados que ofrece tu equipo.