Este artículo te mostrará:
A empezar con un fin en mente
¿Por qué hacerlo?
Cuando comienzas cada proyecto, reunión o conversación identificando dónde quieres terminar como resultado, crearás claridad para ti y para los demás, y aumentarás tus posibilidades de lograr el resultado deseado. ¿Y si no puedes relacionar el propósito de una interacción con uno de tus objetivos más importantes? Eso es una señal de que deberías revisar cómo estás gastando tu tiempo.
Próximos pasos:
- Antes de tu próximo proyecto, reunión o conversación, escribe El propósito de X es Y.
Por ejemplo:
- El propósito de este proyecto es simplificar nuestro sistema de seguimiento.
- El propósito de esta reunión es decidir cómo resolver este problema del cliente.
- El propósito de esta conversación es buscar retroalimentación sobre mi informe preliminar.
Si te cuesta escribir una declaración de propósito clara, considera: ¿Estás intentando hacer demasiado en una sola interacción? ¿O es posible que no necesites la interacción después de todo?
- Comparte el propósito con los demás según corresponda
Conocer tu propósito les ayudará a entender exactamente qué esperar y les permitirá contribuir de manera más efectiva. Esto no significa que estés dando órdenes: algunos propósitos ponen a otros en el asiento del conductor (por ejemplo, “El objetivo de esta conversación es que obtengas las respuestas que necesitas para seguir adelante”).
- Si otros tienen un propósito diferente en mente, alinea los objetivos de la interacción
¿Alguien no está de acuerdo con tu propósito? ¡Es importante sacarlo a la luz! Una vez que escuches su perspectiva, podrás determinar qué es lo que realmente necesita suceder en esta interacción en particular.